La granja tiene una capacidad total de veinte personas, cinco en la cabaña y 15 en el Bed & Breakfast. Calcular el número de huéspedes que alojan es complejo, ya que reciben a gente que sólo viene a pasar el día, pero estiman que son unas 1.000 pernoctaciones al año. Durante la temporada alta, que va de mayo a septiembre, la granja suele estar al completo, sobre todo la cabaña. Durante la temporada baja, reciben menos turistas y más trabajadores dedicados a las actividades forestales de la región. Se trata, por tanto, de un perfil alejado del turista típico.
El perfil típico del turista nacional sueco es el de una familia, padres con hijos, o familia extensa, que incluye abuelos, tíos, primos, etc. Suelen proceder de la región de Estocolmo. En cuanto a los turistas de origen internacional, suelen proceder de Alemania, Bélgica, Países Bajos y Francia.
Antes de la pandemia de COVID-19, la granja recibía principalmente huéspedes internacionales, pero tras el cierre de las fronteras y la limitación de la libertad de circulación durante un periodo prolongado, la tendencia ha cambiado, y ahora acogen más turistas nacionales. La distribución ronda el 65% de turistas suecos, y el 35% restante son internacionales. Sin embargo, la cabaña la alquilan sobre todo huéspedes internacionales.
En cuanto a las actividades organizadas en la granja, la más popular es la denominada «Sé granjero por un día». Esta actividad diurna consiste en estar cerca de los animales: verlos, darles de comer y cuidarlos. La idea es reflejar un día típico en la granja. Otra actividad organizada en la granja es el fika. Es una tradición sueca que consiste en disfrutar de un café acompañado de un tentempié. En la granja Fallängetorp organizan lo que llaman la «fika del granjero», que consiste en café, té y una cantidad considerable de comida, como bocadillos o salchichas.
Además de estas actividades, la granja ofrece prácticas de cocina al aire libre en las que huéspedes y anfitriones cocinan juntos sobre el fuego. En el bosque, también tienen rutas de senderismo para los turistas, así como un parque infantil y una zona de escalada para los niños.
La granja también proporciona dos Zooms Uphill, un vehículo todoterreno para personas con discapacidad física. Uno de los caballos de batalla de la granja es permitir que las personas con discapacidades físicas disfruten de la naturaleza sin barreras. Por eso también el Bed & Breakfast es accesible para personas en silla de ruedas o con otras discapacidades físicas que lo impidan. La granja tiene un tractor y una carreta a los que también pueden acceder sillas de ruedas y cochecitos de bebé.
La granja tiene una tienda donde se vende la carne que producen de sus animales. Para ello, colaboran con otros productores, que les ayudan a procesar su carne y a elaborar productos como hamburguesas o salchichas. También venden lana y grano a empresas más grandes.